Charlie Charlie, un juego y leyenda urbana de internet que alcanzó una popularidad repentina e inexplicable, llegó a la cima de las tendencias en las redes sociales durante los últimos días luego de mucho tiempo rondando sitios en español. Hasta el momento, #CharlieCharlieChallenge ha sido tuiteado más de 1,6 millones de veces. “Charlie Charlie” ha sido más googleado que cualquier otro evento noticioso.
¿Como se juega a Charlie Charlie? Es facil, se puede hacer en cualquier escritorio. El primer paso es abrir la red social de videos breves Vine y comenzar a filmar. El segundo paso es dibujar una cruz sobre una hoja de papel. En dos de los cuadrantes resultantes se debe escribir “no”, y en los otros, “sí”. Luego se deben colocar dos lápices superpuestos en cada eje de la cruz dibujada, los cuales se superpondrán en el centro. El último paso es decir: “Charlie Charlie, ¿estás ahí?”, y hacer una pregunta como: “¿Morirá pronto uno de mis amigos?”, o “¿Haré un viaje el próximo año?”. Uno de los lápices se moverá hacia la respuesta, asustando al jugador.
Orígenes
Si bien es difícil marcar un país de origen, Charlie Charlie tiene una larga historia como un juego de patio de recreo en algunos países hispanohablantes. Según una consulta realizada hace siete años en Yahoo! Respuestas, los niños españoles han jugado este “clásico” por generaciones.
Tradicionalmente, esta versión se llamaba el “juego de la lapicera”, frase que aún muestra un montón de cosas tenebrosas en Google. Charlie Charlie era un juego diferente, jugado con lápices de colores. En algún punto, en sus viajes a través de internet y por los patios, los dos juegos se mezclaron. En cualquier caso, ambos siempre han tenido connotaciones demoníacas o sobrenaturales. Por ejemplo, un sitio llama al juego como “la tabla Ouija de los pobres”.
¿Es peligroso?
Dado que no hay personas prendiéndose fuego o inhalando sustancias peligrosas, Charlie Charlie parece ser bastante inofensivo.
De todas formas,según las leyendas populares, Charlie persigue a los jugadores que no se despiden de él luego de que dejan de jugar. Y están aquellos a quienes no les agrada la idea de que los niños invoquen demonios, ya sea que existan o no.
Si bien no es peligroso, el de Charlie es un caso ejemplar de la viralidad y de cómo las cosas se extienden más allá de los lenguajes y las culturas a través de internet.
También es otro ejemplo del poder de los adolescentes en internet. Sus juegos pueden ser bastante tontos, pero han logrado popularizarlos en la red.
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