¡NO ENCIENDAS LA LUZ!
A Margi se le hacía cada día más pesado tener que ir a dormir al colegio
mayor. Compartía habitación con Susi, una veinteañera empollona
y arisca con la que no llegaba a congeniar. Por eso, cuando
su novio Alex le pidió que se quedara a dormir esa noche con él
no se lo pensó dos veces. Aunque era un poco tarde, no tuvo más
remedio que ir al colegio para recoger algunos objetos de aseo personal,
el pijama y una muda.
Alex se quedó en el coche esperando.
—Te prometo que no tardaré —le aseguró Margi mientras salía
del auto.
Subió hasta la habitación, y por no despertar a su compañera
ni siquiera encendió la luz. A tientas, en medio de la oscuridad, recogió
todo lo que necesitaba y bajó apresuradamente las escaleras.
Al día siguiente, cuando asomó por la escuela, descubrió que
había un gran revuelo cerca de la puerta de su habitación. Muchos
curiosos y varios policías entrando y saliendo de su cuarto. Un
agente uniformado se le acercó:
—Disculpe, señorita —dijo el policía en tono serio—. ¿Vive
usted en esta habitación?
—Pues sí. ¿Ocurre algo? —le respondió inquieta.
—¿Entró usted anoche en este cuarto? —preguntó nuevamente
el policía.
—Siiií —respondió— estuve aquí a eso de la una, pero sólo
para recoger un par de cosas, enseguida me marché porque mi novio
se encontraba abajo y no quería hacerle esperar.
—¿No notó nada raro? ¿No encendió usted la luz?
—No, ¿por qué? —Le faltaba el aire a causa de la angustia.
El policía, compuso una sombría expresión:
—Su compañera de cuarto ha aparecido esta mañana apuñalada,
el desalmado que lo hizo primero la violó y luego la mató,
pensamos que estaba aquí escondido cuando usted entró; hemos
encontrado una enigmática pintada en la pared de su habitación hecha
con pintalabios; dice así: «¡Suerte que no encendiste la luz!».
. . .
Esta leyenda lleva circulando más de cuatro décadas por Estados Unidos,
sobre todo por universidades y colegios mayores. Obviamente, jamás se ha tenido constancia de ningún hecho similar ni se ha
interpuesto denuncia alguna por asuntos parecidos.
Este relato esconde un mensaje moral donde se alerta de las
funestas consecuencias que puede acarrear el incumplimiento de
las normas o saltarse las reglas. Seguramente este tipo de historias
fueron una creación de la dirección de algún colegio mayor, al tener
constancia de que grupitos de alumnas se fugaban para pernoctar
fuera del recinto universitario
Pyrokinesis, para comenzar con la práctica sobre dominio del fuego, debemos saber a q nos enfrentamos, qué queremos dominar. Por eso escribo esta clase, para que los iniciados en esta práctica lleven a cabo esa familiarización, ya que de eso depende tu desarrollo en la Pyrokinesis. La mejor manera de estudiar las características y el comportamiento de algo es mirándolo en vivo y directo, por esa razón la mejor forma de “entender” al fuego es sentándose frente a él y pasar un rato al día observándolo (su comportamiento y características físicas). Una de las mejores maneras de hacerlo, es con la vela: 1. Necesitaremos fósforos (o alguna otra fuente de calor.. puede ser un encendedor), una vela y un plato pequeño (para poner la vela allí). 2. Busca un lugar oscuro preferentemente, y donde no haya corrientes de aire. 3. Ahora que ya tienes todo lo que necesitas, prende la vela. 4. Bueno, ya tienes la vela encendida, ahora debes “apreciar”, “entender” y “estudiar” al elemento. Pasa buen ti
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